Escobería Soler
En un pueblo llamado Gahan de la ciudad de Buenos Aires vivió Alberto Reynaldo Soler junto a su esposa y dos de sus hijos hasta que en los años sesenta decidió trasladarse a la provincia de San Luis para probar suerte con lo que él se dedicaba que era la siembra de los campos. Pero lamentablemente fueron años muy malos y su cosecha de guinea (paja para elaborar las escobas) no pudo ser vendida.
Su familia le recomendó que se volviera a su pueblo natal para solicitarle ayuda a un escobero, con el fin de que le enseñara su profesión para no perder la siembra de guinea que le había quedado. A pesar de que a Alberto no le gustaba la idea decidió comunicarse con el escobero el cual gentilmente por muchas semanas le enseñó el oficio. A través de este mismo señor logra comprar máquinas para la fabricación de escobas y desde ese momento se fue dando cuenta de lo interesante de este trabajo laborioso y artesanal.
