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El Castillo

Sumérgete en la historia y la majestuosidad del Castillo de La Toma, un magnífico bastión construido en el siglo XIX que se encuentra a pocos kilómetros de la actual ciudad de La Toma, en la provincia de San Luis. Este imponente edificio, que alguna vez fue un fortín y residencia, ofrecía todas las comodidades necesarias para albergar a una familia numerosa, con una impresionante longitud de aproximadamente cien metros y un ancho de cincuenta metros.
Con su torreón imponente y sus colmenas de defensa, conocidas como "el mirador", el Castillo de La Toma evoca la grandeza de las fortalezas medievales y se ha convertido en un valioso símbolo histórico para los tomenses. A pesar de su estado ruinoso actual, este lugar sigue siendo un atractivo turístico de primer orden en la zona.


Conoce los orígenes del castillo y su importancia en la historia de La Toma. Pertenece a una de las estancias más grandes de San Luis en la segunda mitad del siglo XIX y fue el hogar de Don Carlos Bett, un visionario de nacionalidad francesa. A lo largo de los años, el castillo ha pasado por diferentes propietarios y ha sido testigo de cambios significativos en la región.
Desafortunadamente, el castillo atraviesa uno de sus peores momentos en términos edilicios. La humedad y la podredumbre han deteriorado sus pisos y escaleras de madera, y la falta de cuidado ha mellado su estructura a lo largo del tiempo. Sin embargo, se están llevando a cabo los trámites necesarios para declarar al castillo Monumento Histórico Nacional, reconociendo así su valor patrimonial.

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Explora sus diferentes espacios y descubre los vestigios del lujo que alguna vez albergó. Aunque el deterioro es evidente, aún se pueden apreciar las habitaciones superiores con sus amplios dormitorios, baños individuales, paredes decoradas y techos adornados con pinturas.
El Castillo de La Toma es más que un edificio en ruinas, es un testigo mudo de la historia de la región y un recordatorio de la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural. Apoyemos los esfuerzos para restaurar y conservar este tesoro histórico, permitiendo que las generaciones futuras puedan apreciar su esplendor y sumergirse en la rica historia que alberga.

Delfor dice que el castillo contaba con un amplio salón de ingreso, como una especie de zaguán que se iluminaba con un farol que funcionaba a carburo y después a gasoil, una sala de estar o comedor diario y a sus costados dos dormitorios como para cuatro camas o más. "Y si uno mira hacia arriba, verá que hay una especie de mirador del piso superior a la planta baja, era para saber quien venía de visita",
dice. "Saliendo a una galería nos encontramos con lo que era una cocina, una habitación destinada a guardar herramientas de jardín que en los años '50 se utilizó para que funcionara un generador de electricidad y a la derecha una escalera de pinotea que conduce a las habitaciones superiores". Señala.La construcción muestra el deterioro. El ingreso al patio se hace un poco dificultoso pero no imposible, allí encontramos restos de una antigua bañera de aquellos tiempos, el lugar donde funcionaba una bomba de agua, un baño y hasta dos habitaciones donde "dormía el personal doméstico". Dice Delfor.
Desde ese lugar pudimos apreciar el lujo de la parte superior, amplios dormitorios con baños individuales, paredes con grandes estampados y techos de alfajías adornados de pinturas.
"Tenemos que tener en cuenta que era una familia muy numerosa, eran once hermanos -dice Fernández- y más arriba otra habitación que tiene salida al frente del edificio donde estaban las cenizas de Antonio Fernández, mi abuelo y uno de los dueños, el otro era mi tío Prudencio que le había comprado la estancia a Darío David y a su hijo y en fechas patrias se colocaban dos banderas, la argentina y la española".



Autoridades

INTENDENTE MUNICIPAL:
Ernesto Alí
JEFE DE PROGRAMA:
Marcelo Ceratto

Contacto
  • Domicilio: Calles Belgrano y Rivadavia
  • Código Postal: 5750
  • Teléfono: 2655 421530

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